Respuestas sobre la espiritualidad y su confluencia en el arte del rendimiento en la obra de Frank T
Preguntas de Diego Rambova para su investigación en la tesis doctoral en la Universidad Autónoma de Madrid sobre performance, lo espiritualidad y ritual en el arte.
ESPIRITUALIDAD:
DR. ¿Qué significa la espiritualidad para ti?
FT. Ser espiritual es ser integral, en tanto cuerpo (valor), mente (fe) y espíritu (creer). Cultivar el espíritu tiene relación con la axiología. Un ser en consonancia con la naturaleza (con su propio cuerpo siendo también naturaleza), está en consonancia con el mundo. Sin valores que nos ayuden a profundizar la compasión para entendernos en nuestros corazones con el otro, no somos capaces de aprender a ver. Tener espiritualidad es tener tus sentidos activos, observar a través del tercer ojo, escuchar como tu cuerpo se siente de acuerdo con la dirección de tus valores; bien o mal. Sientes en tu piel a través de la intuición, no es sólo mental. Una filosofía de los valores ayuda a conectarse con el cuerpo, siendo un medio para recibir y transmitir información; esta transmisión de información tiene el papel fundamental de manejar las energías, limpiarlas o crearlas.
DR. ¿Cómo aparece o toma forma la espiritualidad en tu trabajo performático?
FT. La naturaleza como un ente energético, es maestra y enseña. El cuerpo siendo también naturaleza, contiene en su materia información. Reconocerse como naturaleza es reconocer un cuerpo pensante que se integra con el ambiente, este cuerpo dialoga y tiene conocimiento propio, el mismo natural. Nuestra mente siendo racional opera y es la que toma decisiones siendo el cuerpo el canal y el que somatiza absolutamente toda la información. En el trabajo performático, primero está el cuerpo; reconocerse implica una consciencia corporal de alto nivel, hasta el punto de sentir como un alimento no orgánico como la gaseosa lo envenena. Al tener esta consciencia, escuchar al cuerpo antes de realizar una acción o realizar una acción porque el cuerpo lo pide se vuelve un punto de partida inicial para la creación, tomando en cuenta que esta acción de escuchar al cuerpo antes de actuar también se practica en lo cotidiano, casa, trabajo, calle, etc.
DR. ¿Qué tipo de corrientes espirituales, esotéricas o religiosas aparecen en tu trabajo?
FT. Nací en una ciudad con un sincretismo religioso muy marcado, cultura aborigen, catolicismo, espiritismo y santería. Desde que tenía 7 años, siempre estuve yendo a una capilla creada hacia la devoción del Doctor José Gregorio Hernández, Santo Popular Venezolano. Una mujer de casi 50 años en aquel entonces, trabaja con el espiritismo, pide permiso para bajar al espíritu del Doctor, tomaba el cuerpo de ella prestado y tú podías hablar con él. Un ser humano que en su vida pasada era católico, y que es trabajado en el espiritismo, además, cura con plantas medicinales, llamándose el yerbatero del siglo XXI. Este contexto en el que crecí, siendo devoto y creyente del Doctor José Gregorio Hernández, observando cómo fielmente dedica su fuerza espiritual para curar a las personas con el permiso de Dios influencia mi vida personal. Dentro de la cultura del territorio, con respecto a la santería, se manejan entidades de alto rango, como María Lionza, que es Madre Naturaleza; esta entidad pertenece a mi territorio natal, siento esta entidad guía espiritual de mi madre. Dentro de los espíritus santeros la India Mara es mi guía espiritual, siendo una guerrera que defiende las tierras y a la madre naturaleza. Mi Abuela materna siendo testigo de Jehová, mi Abuela paterna siendo santera, trabajando con Francisca Duarte, la protectora de los viajeros, siempre encomendando los viajes de sus hijos.
Todo esto, tratando de llevar en mi vida una sanación desde mi mente y la fuerza espiritual hacia las demás personas. En mi producción artística, el sincretismo se refleja: en los elementos naturales, el blanco por la bata del doctor, nichos católicos y la eliminación de mi rostro en las acciones evocando sutileza en los movimientos como si el espíritu de un elemento natural hubiera tomado mi cuerpo prestado borrando mi mente y tratando de comunicarse con un lenguaje propio desde el cuerpo.
DR. ¿Qué significa para ti el ritual y lo sagrado en tu producción artística?
FT. Desde que Mircea Eliade y Gilberto Antolinez llegaron a mi vida, y a través de sus lecturas estuve tratando de comprender el concepto de lo sagrado y qué elementos eran necesarios para que un ritual fuera un ritual. Comprendí que existe una hendidura entre la acción y el espacios, ritual que tiene que ver con una acción, cometer un acto con ciertos elementos cómo, espacio, tiempo y objetos específicos para que esta acción pueda ser sagrada. Sagrado porque requiere de la repetición de elementos, el mismo espacio, misma cantidad de tiempo y objetos. Eso plantea Mircea, es sagrado porque se repite y a medida que pasa el tiempo, se renueva esa misma forma de hacer el ritual. Esta hendidura, es como un lapso en ese tiempo en el que el cuerpo comparte energía con el entorno, y traduce el por qué estamos haciendo lo que hacemos; es decir, contiene un carácter de magia y fe. Ese hacer el ritual de forma continua lo convierte en una acción cotidiana, como lo plantea Antolinez, un ritual es sagrado porque está sumergida en nuestra cotidianidad, por lo tanto es pragmática, social, religiosa, política, etc.; entonces, en nuestra cotidianidad tenemos una carga mágico-religioso en la que hacemos las cosas y las creemos.
Siguiendo con el tema del cuerpo como un ente y al mismo tiempo un canal de información que envía y recibe, y que esa información se convierte en sabiduría. Este mismo cuerpo contiene su propia energía que va compartiendo con otros elementos en su entorno, y ese compartir requiere de cuidado. Cuidar el cuerpo a través del agua, el baño, consumo, comidas, plantas, aire. El cuidar este ente para las acciones, se convierte en un proceso informativo que hace expandir el conocimiento del propio cuerpo hacia mi mente, para así lograr una amplitud de consciencia sobre lo que estoy haciendo, y el hacer es ser. El hacer es ritual y el ser es sagrado en la medida que me comprendo como vida. Un ejemplo es Levantamiento del Hombre Árbol, ser hombre árbol: 1ro, es asumir a la naturaleza dentro de mi cuerpo, como si el espíritu del Árbol entrara a mi cuerpo para comunicarse, 2do, ser consciente de la conexión con el árbol a través del aire, un elemento del que dependen para su funcionamiento; esta consciencia a través del aire se da por la degeneración de mis pulmones gracias a la contaminación atmosférica, el humo de los carros, cigarrillos, los gases tóxicos de los detergentes, al tener algo de contacto con ellos, inmediatamente se tranca mi nariz, a veces, los pulmones llegando a la emergencia de ir al médico. El hombre Árbol es la necesidad de expresarme ante esta situación. Reconocer este ente de la naturaleza en mi cuerpo se convierte también en la dilución de mi identidad como hombre y género masculino, también es ampliar la concepción de género de la naturaleza, no sólo es femenina, también es masculina en su feminidad.
La utilización de las palabras también son un elemento importante para el ritual y la acción, porque me lleva a anunciarme y pronunciarme como ese elemento “SOBRE SER CAYENA “…Desde esa noche, la Luna siembra en mi Corazón una Cayena con rayo de luna para la vida…”.
“He vivido varios días bajo la tierra, me encuentro atrapado en varias rocas y se me olvida mi nombre y mi cuerpo”
“DE LAS VENTAJAS DE SER ÁRBOL. Y veía como me estaba asfixiando poco a poco, quedándome sin piel. Pensaba que mi corazón iba a desintegrarse, cuando de pronto, me salieron hojas por la cabeza y la piel tosca como la corteza del tronco, mi corazón se volvió un hueco donde viven ahora las aves, también he sentido algunas ardillas criar a sus hijos.”
“SOBRE SER CAYENA. Durante todo el año estuve poniéndome Cayenas en mi cabeza, me encantaba y aún me encanta. Esta flor es muy simbólica para mí porque me recuerda a mi madre. El animal favorito de ella son las Tortugas y ella le daba de comer cayenas, yo siempre creía que las tortugas llenaban su caparazón de cayenas para vivir.”
Antes de hacer en mis acciones, primero soy. Y para ser me re-significo y me diluyo en los elementos que contiene y se reconoce mi cuerpo, dejo de ser Frank, dejo de ser un hombre para ser una Flor.
DR. ¿Cómo te identificas o te relacionas con el concepto de Nueva Era?
FT. Estudiando un poco el concepto de Nueva Era, me siento relacionado con ella en su totalidad. Tomando en cuenta la concepción astrológica de acuerdo a la aparición de Urano añadiendolo luego como regente de Acuario, adquiere unos significados relacionados con la revolución, cambios de paradigmas, de creencias, etc.
Además, que durante el siglo XIX, XX y ahora el XXI, el desarrollo de teorías de género, sexualidad, reestructurando la educación, los valores sociales para cambiar nuestras prácticas cotidianas a favor a estos cambios. Este sincretismo religioso forma parte de mi contexto por la ciudad en la que nací en Venezuela, María Lionza, el Doctor José Gregorio Hernández con el espiritismo y el catolicismo, jamás fueron visto por separados, si no, como una sola influencia que convergen en mi formación espiritual. Adquirir conocimientos de plantas medicinales, pensar en la energía de mi cuerpo como poder de curación, partiendo del mismo cuerpo y la palabra misma. Generar un estado de consciencia alterado las 24 horas del día para no dejar escapar detalles en mi cotidianidad, inclusive en los sueños. Despertar la vista para lograr un mayor discernimiento.
DR. ¿Podría decirse que tus prácticas tienen un carácter transformador espiritual y terapéuticamente hablando?
FT. La palabra es un lenguaje para expresar, comunicar y recibir. Este elemento ha sido un medio para transmitir mensajes relacionados con la axiología, para así lograr tener una compresión del corazón del otro. El reconocerse como naturaleza y el ser, es reflejo, hacerlo saber a través de las palabras y las acciones evocan que los otros se reflejen en los elementos y se sientan parte y reconozcan también.
DR. ¿Podrías nombrar un autor, artista, escritor ... que sea una referencia fundamental para el desarrollo de tu trabajo en relación con la dimensión espiritual?
FT. Carlos Castaneda, es un autor de referencia espiritual, desde el cuerpo a través del corazón. Ai Weiwei, desde su ímpetu y fuerza de voluntad. Mircea Eliade, por sus conocimientos sobre las creencias y las religiones. Gilberto Antolinez desde el conocimiento, antropológico y etnográfico sobre las creencias suramericanas. El Doctor José Gregorio Hernández siendo mi guía espiritual, Ruthmary Ávila, por su poder y fuerza espiritual (madre). Brigida Ascanio, espiritista que trabaja con el doctor. Rommel Hervez, Artista Venezolano que trabaja con la espiritualidad y el lenguaje a través del arte sonoro. Bruno Latour, por su trabajo hacia una política de la naturaleza. Yeni y Nan, Artistas Venezolanas. Diego Cruz, Artista, Abogado y consejero espiritual Colombiano. Manuel Briceño Guerrero, filósofo Venezolano. Jacqueline Clarac de Briceño Antropóloga Venezolana. Blanca Elisa Cabral, Psicóloga y Sexóloga Venezolana. Luis Catmnizer, artista y teórico Uruguayo. Hermann Hesse, escritor Alemán. Wagner Rossi Campos, artista Brasilero. Roland Barthes Filósofo Francés.
ABYECCIÓN (fluidos, violencia, enfermedad, trauma y muerte):
DR. ¿Podrías decirnos cómo aparece esta cuestión en tu trabajo y qué implicaciones tiene?
FT. Con respecto a la violencia, entrar en un proceso de reconocimiento del cuerpo como parte de la naturaleza es discernir que cada acción normalizada dentro de las sociedades, generan actos de violencia desde menor a mayor escala desde el inconsciente. La crisis ecológica no puede definirse solamente como actos de violencia hacia el medio ambiente, discernir este asunto, es también tomar en cuenta que la crisis ecológica es un acto violento contra el cuerpo, es un conflicto entre el cuerpo y la mente, siendo la racionalidad tomada en cuenta como un valor primordial dentro del sistema.
La falta de equilibro dentro de la heterogeneidad y la homogeneidad. Reconocemos desde lo sexual lo hetero pero no lo homo; pero dentro de la sociedad reconocemos a veces las igualdad-homogeneidad (cultura, nacionalidad, sexo) pero no como diferentes-heterogeneidad dentro de la igualdad (clase económica, xenofobia, género). Todos tenemos un cuerpo que tiene una construcción mental.
La falta de valores degenera las vías comunicacionales, que forma parte de la violencia cotidiana. El estudio de los valores (como se mencionó en la primera pregunta) en la formación de un ser humano, contribuye a ser integral y compasivo, para así poder comprender el corazón del otro en el nuestro.
POSTCOLONIALIDAD:
DR. ¿Podrías decirnos cómo aparece esta cuestión en su trabajo y qué implicaciones tiene?
FT. Esta cuestión aparece en el trabajo no hacia la búsqueda de una identidad, siendo parte de un contexto cultural sincrético, si no, hacia el reconocimiento de una sola cultura creada mediante el desarrollo social como país latinoamericano con diferentes caracteres. Es como así mismo lo explica Briceño Guerrero en su prólogo del Laberinto de los tres minotauros, siendo una sociedad que crece en base a tres discursos, mantuano o colonial, que es un discurso popular dentro de las comunidades en base a creencias y tradiciones. Un discurso elitista, que convergen desde un estado hacia doctrinar a un pueblo, poniendo como ejemplo el socialismo traído desde Francia. Y un discurso salvaje, que nace desde una nostálgica herida por el sufrimiento de nuestras tierras y que tenemos heredada en nuestros contextos. Para Briceño, estos tres discursos viven en nosotros y van luchando entre sí para llevar la batuta.
En mi caso, espiritismo (mantuano), Catolicismo (la creencia del Doctor José Gregorio Hernández), Plantas medicinales (relacionado hacia una cultura sobre la naturaleza como nuestra cultura aborigen), me ayudan a diluir para que confluyan dentro de mí una dirección hacia la comprensión de una identidad que tiene fuerza y a través de una herida que es compasiva y comprende el corazón del otro. Estudiar a nuestras culturas aborígenes, tomando en cuenta que para ellos, la religión era un todo con la naturaleza y el universo, ayuda a tomar práctica en la cotidianidad para asumirme como naturaleza.
En el proceso artístico fui convirtiendo al Doctor a través de las imágenes en hojas de la naturaleza, sin estar totalmente transformadas; para que esa hoja fuera mi nuevo santo, sin que el Doctor deje de serlo. Pasando por la tierra y la piedra, realizar el Doctor de barro, siendo hijo de la tierra, crear imágenes del Doctor, María Lionza y la India Mara y deshacerlas para echarme la tierra en el cuerpo y sean parte de mi. Realizar un Doctor de Barro, llevarlo al mar y que se vuelva parte del mar, sabiendo que mi madre arrojó mi cordón umbilical al Mar, siendo el mar mi madre ahora. Realizar estampitas de plantas, realizar un rezo de acuerdo a lo que cura cada planta (tomando la referencia del Doctor como médico que cura con plantas medicinales a través del espiritismo), tomando la referencia del catolicismo de la imagen en la estampa. Crear nichos como en el catolicismo y meter elementos naturales para que sean mis nuevos santos (aprender sobre la sabiduría de ellos, lo que curan y su fuerza).
Al pasar por todos estos rituales y elementos se va creando una energía que mi cuerpo va asumiendo con el tiempo, para ir hacia el siguiente paso, el prestar mi cuerpo a espíritus a través de las acciones (el espiritismo, como lo hace Brigida Ascanio con el Doctor), dejo entrar en mi cuerpo al espíritu del Agua, a un Dios Rana, al espíritu de la Tierra, la Piedra, la Nube, la Flor y qué me enseñan con su lenguaje, ¿qué voy siendo con ellos?
Estas implicaciones dejan una dilución sobre una deconstrucción misma de la cultura y la mezcla cultural, entendiendo que si hablamos desde el origen de los tiempos, la naturaleza fue un primer referente, y nuestro cuerpo es nuestro origen antes de la construcción de identidad, que va generando divisiones mentales que se transforman en leyes sociales, en normas de comportamientos, en diferenciarnos y separarnos, en asumir un estatus económico, en racionalizar ideales que nos dividen y empiezan a romper con nuestros caracteres de comunidad y reconocimiento.